Lo que te falto en tu documental fue mencionar a PUCHA,del apto 13 donde muchos chilenos llamaban para tu chile y mi papa pagaba todas esas cuentas telefónicas,
MEMORIAS PREÑADAS DE FUTURO TESTIMONIOS EN LA RED
Testimonios recopilados y obtenidos en la Web POR MEDIO DE LA METODOLOGÍA DE LA ETNOGRAFÍA VIRTUAL
lunes, 11 de junio de 2018
domingo, 3 de junio de 2018
martes, 1 de mayo de 2018
Alberto Rodríguez, el Beto, la voz de la Familoia Gallardo.
jueves, 17 de abril de 2014
Alberto Rodríguez Gallardo: “La verdad, yo no conozco la palabra justicia, menos voy a conocer la palabra perdón” Detalles
Alberto Rodríguez Gallardo: “La verdad, yo no conozco la palabra justicia, menos voy a conocer la palabra perdón”
- Detalles
- Escrito por Pablo Villagra Peñailillo
- Categoría: DerechosHumanos
- Publicado: 12 Abril 2014

Pero la verdad de lo sucedido en ese descampado del fundo Rinconada de Maipú, era otro y marcaría a fuego a toda una familia. Luego de cumplido el ritual macabro del montaje periodístico, seis cuerpos yacían en silencio. Catalina Gallardo Moreno, 30 años, militante del MIR, Alberto Gallardo Pacheco, 63 años, militante del Partido Comunista, Mónica del Carmen Pacheco Sánchez, profesora, militante del MIR, Luis Ganga Torres, comerciante, militante del MIR, Manuel Reyes Garrido, obrero y Pedro Cortes Jeldres, militante comunista.
Alberto Rodríguez, o simplemente Beto, tenía 6 meses cuando fue secuestrado junto a toda su familia. Con el tiempo reconstruyó su historia y la de su familia. A 40 años del Golpe, esta es su historia.
Por Pablo Villagra Peñailillo
¿Toda tu familia fue afectada por la brutalidad de la dictadura, qué puedes contarnos de ella?.
Mi familia recibe dos golpes represivos con asesinatos fuertes. El primero afectó a mi madre Catalina Gallardo, mi tío Roberto Gallardo, mi tía Mónica Pacheco y mi abuelo Alberto Gallardo. Ellos son asesinados con alevosía y con un montaje periodístico televisivo, más conocido como el caso de “Rinconada de Maipú”. Posteriormente, once meses después, asesinan también a mi padre, Rolando Rodríguez.
¿Cuántos años tenías en esa época?
Cundo asesinan a mi mamá yo tenía seis meses, y cuando asesinan a mi papá un año y medio. Es importante señalar que en este evento represivo de noviembre de 1975, donde asesinan al grueso de la familia, toda la familia Gallardo Moreno es detenida; mis tíos, mi prima de nueve años, mi abuela, todos. Luego son separados del grupo mi mamá, mi tía Mónica y mi abuelo Alberto y son llevados a Villa Grimaldi donde son torturados salvajemente. Muchos sobrevivientes recuerdan la noche del 18 de noviembre del año 1975. Posteriormente fueron trasladados a los cerros de Rinconada de Maipú, pero ya sus cuerpos habían sido asesinados. Allí levantan un montaje televisivo donde los rostros visibles son los periodistas Julio López Blanco, Roberto Araya y Claudio Sánchez.
¿Estás consciente que luego de tu detención, tu suerte podría haber sido otra, quizás, como en Argentina, tus captores podrían haberte dado en adopción a una familia militar?
Me cuesta hacer ese cruce…no lo veo en el hoy, me cuesta hacer ficción. Lo que sí sé es que la convicción de mis viejos era total, completa y absoluta. Entonces, cuando son detenidos, y yo soy detenido con mi mamá y somos llevados al Cuartel Borgoño de investigaciones, es ahí donde mi mamá me entrega a los brazos de mi abuela y le hace el encargo que me cuide. Ella tenía plena certeza que por sus convicciones ella no iba a sobrevivir a ese encarcelamiento.
¿Cómo ha sido tu vida después de tantas ausencias?
Yo puedo hacer grandes grupos de tiempo con respecto a lo que ha sido mi vida. Uno de ellos tiene que ver con mi infancia, que es una infancia bien solitaria. En la semana para mi era muy normal estar solo en la casa, porque mi abuela tenía una participación bien activa en la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y en el accionar directo en busca de justicia, y en busca de otra cosa que es muy bella que es restituir el nombre, el buen nombre de la familia, y eso es una cosa que me ha dejado marcado permanentemente, y a ella (abuela), le ha dolido tanto o más el montaje periodístico que el asesinato.
Posteriormente, ya cuando voy creciendo, a los 15 años, me comienzan a invitar a participar socialmente en la comuna donde vivo, que es Renca. Ahí participé de lleno en lo que fueron los grupos de prevención de drogas en la organización La Caleta. Ahí comienza un recorrido organizativo importante; el apoyo a los presos políticos nacionales y a los prisioneros políticos chilenos en el Perú. Luego me voy a estudiar historia a la Universidad La Frontera e integro por largos años la compañía de teatro La Gotera. Una vez de vuelta en Santiago me encuentro con otros Hijos e Hijas y ahí se marca un paso importante en mi vida, que luego se afianza en querer saber efectivamente qué pasa con mi historia; saber quiénes eran mis padres, dónde estaban, cuál era su militancia. Porque hasta ese momento no conocía a los compañeros de mis viejos.
Ellos participaban en la Juventud Obrera Cristiana JOC, pero además eran militantes del MIR. Y dentro de lo que es, llamemos la militancia cristiana, conocí un montón de gente, como los curas obreros, que también conocieron a mis padres y siempre estuvieron bien cercanos, pero de sus compañeros del MIR no, no aparecían. Y fue en esos años de búsqueda en los cuales he ido reconstruyendo, porque estoy en un proceso permanente de reconstrucción de la memoria de mi familia. Y en ese sentido, marca un quiebre muy grande en mi vida el cumplir la misma edad que ellos tenían cuando los asesinaron. El cumplir los 30 años fue un momento muy importante para entender sus luchas de una manera más potente. Yo desde muy pequeño tengo conciencia de cómo fueron asesinados y, en la medida que fui creciendo, fui explicándome de mejor manera los detalles. Pero a partir de los 30 años, más que una búsqueda para saber cómo fueron asesinados o quiénes fueron sus asesinos, aunque la verdad es que lo he sabido desde siempre, es la búsqueda por saber cómo eran sus vidas, y eso marca también una distinción muy grande, porque también nos encontramos en algún momento en el camino, en el sentido que desde un tiempo a esta parte he desarrollado gran parte de mi historia personal relacionado con lo que es la memoria. No sólo la memoria del suceso trágico, sino la memoria que tiene que ver con su vida, con cuáles eran sus proyectos de transformación, cuál es el real significado de la dignidad de los pobres, de los populares de nuestro país y de América Latina completa. Y esa búsqueda ha sido muy interesante. El ir descubriendo y sintiendo que soy parte de una historia tremenda, de una convicción de lucha y transformación de esta sociedad a mí me llena de orgullo. En el caso de mi papá, él estuvo clandestino desde que asesinaron a mi familia, 11 meses en total, y él, conociendo de las torturas, del horror, la muerte y la masacre, decide mantenerse en la lucha. A él, muchas personas le piden que se vaya del país, entre ellos su familia, compañeros y gente ligada al mundo cristiano. Me acuerdo siempre de la conversación con un tío, hermano de él, quien me contó que le dijo “oye, hue’ón ándate, que estás haciendo, piensa en el Beto”; la respuesta de mi papá fue que sí, que él pensaba en mí, pero también en todos los Betos de Chile, y por tanto, él se quedaba en la lucha de la resistencia. Para mí ese gesto tan grande, tan noble, lleno de coraje y amor, a mí me deja tranquilo.
¿Y en todos estos años ha existido justicia para tu familia? ¿en qué está el caso judicial?
El caso estuvo por largos años en manos del Ministro Solís, que hizo un gran avance investigativo, pero para desdicha del Poder Judicial, el Ministro cesó sus funciones en diciembre del 2012, por tanto, ahí cambia de lugar la causa y queda estancada. Nosotros tenemos plena certeza desde hace muchos años de quiénes son los responsables; en general, la cúpula de la DINA y los encargados de Villa Grimaldi, por tanto, no hay un avance mayor en ese sentido, salvo en los años 2005 al 2008, en que hacemos la solicitud al Colegio de Periodistas de Chile para que haga una investigación ética respecto al rol de los periodistas durante el régimen y, específicamente, en el caso de nuestra familia. A raíz de ello, son sancionados varios periodistas de la orden: Claudio Sánchez, Roberto Araya y Julio López Blanco. Nosotros, con esa sanción, una vez que sale lo que hacemos es ampliar la querella, no sólo hacia los responsables materiales y directos de los asesinatos, sino también a los encubridores. Y en este caso, el único civil imputado en causas de Derechos Humanos es un periodista y se llama Roberto Araya. Lo malo de esta historia es que el muy cobarde y canalla se murió el 19 de julio de este año, entonces, se murió sin recibir una sanción. O sea, desde el espacio de justicia, esta es una de las causas, de las tantas causas que no tiene justicia. Tanto en el caso de Rinconada de Maipú, como también en el caso que se ha abierto el año 2008 por el asesinato de mi papá y de Mauricio Carrasco, los que fueron acribillados en la calle, no existe justicia.
A propósito de esta ola de perdones que inundan estos 40 años ¿es posible reconciliarse o perdonar a los cómplices y asesinos de tu familia y de tantos compañer@s?>
La verdad, yo no conozco la palabra justicia, menos voy a conocer la palabra perdón. Yo no las conozco, no sé qué significan. En ese sentido, he escuchado voces muy serias que hablan de perdón, pero eso no se plasma en acciones concretas. Más encima hoy, y no sólo hoy, sino que desde hace muchos años es que se nos exige a nosotros los familiares que tengamos una actitud de perdón, cuando la sociedad en su conjunto y sobre todo las instituciones relevantes de esta sociedad, no han tenido ninguna acción concreta de perdón. Hoy escuché que la Corte Suprema en un hecho histórico realizó un “mea culpa”, pero eso debía haberse plasmado en acciones concretas. Los montajes de los cuales fueron victima tanto mi familia, como otros, como el caso de los 119, que son los dos casos por los cuales el Colegio de Periodistas ha pedido disculpas públicas a la sociedad, resulta que jamás el fallo, con la trascendencia que debió tener, ha aparecido en algún medio. Aprovecho esta tribuna para hacer un llamado para que Televisión Nacional de Chile y Canal 13, muestren cuál fue el montaje que se realizó y cuál fue la noticia real.
Hago el mismo llamado para el resto de los medios, porqué durante los años ‘80s tenemos un sinfín de montajes comunicacionales. Pero también hay que recordar lo que sucede hoy, como el montaje del caso Bombas, el caso de Elena Varela, los montajes en los casos mapuche, que son verdaderos legados que dejó la dictadura cívico militar. Porque la constitución sigue siendo la constitución de Pinochet, con todo un legado de injusticias, como el caso de las farmacias, de las AFPs, el robo en la educación, el robo en la salud. Un país que aplica medidas de desarrollo neoliberales que son absolutamente injustas, son el legado por no haber hecho justicia con los responsables de las violaciones de derechos humanos.
Entonces, mientras no haya acciones reales y concretas que tiendan a que en nuestra sociedad la justicia no sólo sea para unos pocos, sino que sea a favor de todos, yo me sumo al legado de HIJOS Internacional y su leyenda que dice “¡No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos!”
jueves, 8 de septiembre de 2016
DESCLASIFICACION POPULAR DE INFORME VALECH 1
Publicado el 20 ago. 2015
UNA LEY QUE NO HABÍA SIDO OBSERVADA, UNA ACCIÓN SIN ANTECEDENTES
Desclasificación popular de torturadores civiles y militares de la Comisión Valech 1
El Estado de Chile, durante el gobierno Ricardo Lagos Escobar, creó la comisión Valech (conocida como Comisión Valech 1) donde se puso el secreto de 50 años a los archivos que contienen los testimonios de las víctimas de prisión política y tortura. Este secreto fue preconcebido por el pacto entre la dictadura y las eventuales fuerzas pseudo-democráticas de Chile a partir del año 2003, con el fin de asegurar la impunidad de los aparatos represivos de las FF.AA y a los civiles que sistemáticamente violaron los DDHH del pueblo de Chile durante la dictatorial cívico-militar (1973-1990).
Hoy un grupo de ex presas y presos políticos del MIR, bajo un resquicio legal encontrado en la ley n° 19.992, han tomado la determinación de hacer valer su derecho como personas individuales a la desclasificación de sus testimonios, y así romper el silencio cómplice de los gobiernos continuistas.
Hacemos un llamado a tod@s l@s ex pres@s a pedirle al Estado de Chile sus archivos, documentos y testimonios dados en la Comisión Valech 1.
Cada ex pres@ polític@ puede hacer valer su derecho individual sobre los testimonios dados al Estado como víctimas, y desclasificar a los torturadores civiles y militares.
Convocamos a todos los medios de comunicación alternativos a romper el duopolio y los pactos de silencio apoyando la causa de los ex pres@s polític@s.
Anunciamos, además, que hablaremos del proceso de solicitud de nuestros archivos para romper el silencio de los 50 años con Francisco Ugás, Secretario Ejecutivo del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Esta reunión será el miércoles 26 de agosto, a las 15.00 hrs. en el Departamento del Derechos Humanos del Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
COORDINADO DE EXPRES@S POLITIC@S MIR
21 de agosto del 2015, Santiago de Chile
Desclasificación popular de torturadores civiles y militares de la Comisión Valech 1
El Estado de Chile, durante el gobierno Ricardo Lagos Escobar, creó la comisión Valech (conocida como Comisión Valech 1) donde se puso el secreto de 50 años a los archivos que contienen los testimonios de las víctimas de prisión política y tortura. Este secreto fue preconcebido por el pacto entre la dictadura y las eventuales fuerzas pseudo-democráticas de Chile a partir del año 2003, con el fin de asegurar la impunidad de los aparatos represivos de las FF.AA y a los civiles que sistemáticamente violaron los DDHH del pueblo de Chile durante la dictatorial cívico-militar (1973-1990).
Hoy un grupo de ex presas y presos políticos del MIR, bajo un resquicio legal encontrado en la ley n° 19.992, han tomado la determinación de hacer valer su derecho como personas individuales a la desclasificación de sus testimonios, y así romper el silencio cómplice de los gobiernos continuistas.
Hacemos un llamado a tod@s l@s ex pres@s a pedirle al Estado de Chile sus archivos, documentos y testimonios dados en la Comisión Valech 1.
Cada ex pres@ polític@ puede hacer valer su derecho individual sobre los testimonios dados al Estado como víctimas, y desclasificar a los torturadores civiles y militares.
Convocamos a todos los medios de comunicación alternativos a romper el duopolio y los pactos de silencio apoyando la causa de los ex pres@s polític@s.
Anunciamos, además, que hablaremos del proceso de solicitud de nuestros archivos para romper el silencio de los 50 años con Francisco Ugás, Secretario Ejecutivo del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Esta reunión será el miércoles 26 de agosto, a las 15.00 hrs. en el Departamento del Derechos Humanos del Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
COORDINADO DE EXPRES@S POLITIC@S MIR
21 de agosto del 2015, Santiago de Chile
martes, 16 de agosto de 2016
Sala A. El Edificio de los Chilenos. TeleSUR
Actualizado el 19 feb. 2011
A fines de los años 70', los militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) exiliados en Europa regresaron a Chile a luchar clandestinamente contra la dictadura. Muchos de esos militantes tenían hijos que no podrían llevar con ellos. Para esos hijos nació el Proyecto Hogares, un espacio de vida comunitaria que reunió cerca de 60 niños que fueron cuidados por 20 adultos, llamados Padres Sociales. Esta es la historia de un pedazo de mi vida. Algunos reconocimientos son el Gran Premio Embajada de Francia, Festival Internacional de Documentales de Santiago, Fidocs, 2010. Mención honorífica, International Leipzig Festival for Documentary and Animated Film, 2010. Mejor Documental del Año, ChileReality Festival de Cine Documental de Chillán, 2010. Segundo Premio Coral, Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, 2010
Categoría
Macarena Aguiló y 'El edificio de los chilenos'
comentarios

Francisco prieto lopezHace 1 año
jueves, 17 de marzo de 2016
domingo, 3 de enero de 2016
Me lleva a la cárcel pública y los “huerfanitos justicieros”, los hijos del MIR.
Me lleva a la cárcel pública
Testimonio de SilvanaVerónica Fuentes Cienfuegos, asistente audiovisual, hija de Veronica Cienfuegos,militante del MIR.
Llego a Santiago en silencio y parto donde mis amigos, y me dicen que ya sabían que mi mamá había sido ejecutada. ¡Todos sabían! Yo no entendía por qué no me contaron. Mi papá fue capaz de silenciar a una generación completa, a familias completas. ¡Por qué nunca me dijeron! Todavía eso lo tengo un poco pendiente. Cuando llego donde la Nati, la hija de la Érika Chanfreau, ella se hace cargo. Teníamos la misma edad y vivimos juntas en París. Me lleva a la cárcel pública, a la Mapocho, donde estaban detenidos todos los sobrevivientes del MIR. Cada uno me habló de mi mamá, me entregaron cosas, cartas, etc. Entré y todos me estaban esperando. Ahí empecé a reconstruir la historia, y el Carlos Insunza por su lado, con la Nati, fueron las dos únicas personas de mi generación que me ayudaron. Ni el Marco, ni ninguno de los que estaban súper posicionados fueron capaz de entregarme información. Nadie quiso hacerse cargo, nadie se metió. Carlos y la Nati sí. Empezamos a recorrer por partes hasta que la encontré. La encontré en el patio San José. La estaba buscando por la lógica familiar, porque la habían enterrado en un nicho que era de mi tío abuelo, donde estaban sus hermanos y unas primas también. Estaba con su familia del lado de mi tío abuelo, del esposo del hermano de mi abuela. Cuando la encontré fui a la cárcel, hice una tremenda limpieza de amigos, me vinculé a los “huerfanitos justicieros”, a los hijos del MIR. Los “huerfanitos” se lo puse yo para desperfilar la cuestión, era mucho menos doloroso y la primera reunión que tuvimos nos pusimos un nombre. Yo digo “Mi mamá no me da manjar Colún”, y quedó como talla. Me vinculé con ellos.
Relatado por Sylvana Fuentes, hija de María Verónica Cienfuegos.
María Verónica Cienfuegos
Ejecutada el 11 de diciembre de 1981
María Verónica Cienfuegos nace el 18 de septiembre de 1953, crece en la Villa Olímpica, en Ñuñoa. Es la segunda de cuatro hermanos; Sergio Cienfuegos, su hermano mayor, es el único hombre. Aún es muy joven cuando su madre enviuda de su padre.
Estudia en un liceo cerca de la Villa. Asidua lectora de novelas, María Verónica es menuda y alegre; apasionada y soñadora. Para el golpe de Estado, tiene 18 años, se encuentra enamorada y embarazada de su futuro esposo, Carlos Fuentes –vecino del barrio–. Carlos estudia en la Universidad Técnica del Estado –actual USACH–, es militante del MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria) y trabaja como cajero en el Banco Estado.
En 1973, después del golpe de Estado, María Verónica se radica en Buenos Aires. Sigue a Fuentes, quien se exilia luego de que agentes del aparato represor lo van a buscar a su lugar de trabajo. En 1974 María Verónica retorna a Chile con el fin de encontrar a su hermano Sergio quien ha sido detenido por el aparato represor de la dictadura –hasta el día de hoy se encuentra desaparecido–. Verónica se queda aproximadamente un año en Chile buscando a su hermano para finalmente partir a Francia, en donde se encuentra su marido, quien en 1975, debido a la dictadura argentina, debe viajar hacia París. Ahí conviven como familia en una barrio de refugiados políticos a la afueras de París –Orly– con un grupo importante de exiliados chilenos: Érika Hennings –viuda de Chanfreau–, la familia Gumucio, Insunza, Fernández, Enríquez… En ese entonces, su hija Sylvana tenía alrededor de dos años.
En 1976, Verónica se separa de Carlos Fuentes y comienza a militar activamente en las facciones exiliadas del MIR. Tiempo después, comienza a vivir con Sergio Flores quien, junto a la memoria de su hermano Sergio, es su gran influencia política. En 1979, junto a Flores inician los preparativos para volver clandestinos a Chile como parte de la Operación Retorno, plan del Movimiento de Izquierda Revolucionaria –MIR– para derrocar a la dictadura. Su hija Sylvana permanece viviendo con su padre en París.
La “Chica Laura”, chapa que usaba María Verónica como combatiente del MIR, viaja primero a Cuba para entrenarse. De su historia en ese país no se conoce mucho, pero se sabe que se desempeña como comandante en la Escuela de Guerrillas. María Verónica le enviaba todos los meses a su hija libros infantiles, una colección entera que Sylvana todavía guarda. También le mandaba cartas con su nombre, que venían de rebote y abiertas, entregadas por compañeros del MIR a su hija Sylvana. En 1981 los libros dejaron de llegar.
Verónica y su compañero Sergio entran a Chile en mayo del 81. Entraron por el aeropuerto. Ella con su nombre, y Sergio, como Eduardo, su chapa –Sergio era parte de la dirección general del MIR–. Por seguridad, no debían tener contacto con sus familias y pasaron muchas penurias económicas. Todos las personas vinculadas a María Verónica fueron perseguidas e interrogadas en esa época.
María Verónica y Sergio Flores fueron acribillados por agentes de la CNI el 11 de diciembre de 1981. Verónica había almorzado con su madre el día antes que la mataran y ese día no había podido hacer preparación física con Sergio en el Parque O´Higgins pues tenía un esguince en un pie. Él fue solo, pero le advirtieron de la posibilidad del atentado y pudo regresar a la casa. Testigos declararon que Sergio y Verónica fueron previamente seguidos. La CNI montó un gran operativo que fue cubierto por los medios de prensa de la época, helicópteros y un gran número de agentes de la CNI, los cuales armaron un montaje de enfrentamiento que presentaba a Verónica y a Sergio como guardadores de un gran arsenal y terroristas de alta peligrosidad, lo cual ha sido demostrado como falso. En la actualidad el caso de Verónica y Sergio está en proceso, como ejecución fuera de toda ley.
Fuentes:
Testimonio de Sylvana Verónica Fuentes Cienfuegos, hija de María Verónica Cienfuegos
Memoria Viva:
http://www.memoriaviva.com/Ejecutados/Ejecutados_C/maria_veronica_cienfuegos_cavier.htm
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